El único amor de Safiye, Naci, viene a visitarla después de años y está allí, justo delante de ella. Sin embargo, el fantasma de Hasibe no deja que Safiye esté en paz y le advierte constantemente que se aleje de Naci. Safiye decide reprimir sus emociones, que empiezan a despertarse, como siempre. A medida que Han se adentra en arenas movedizas, el vínculo entre él y İnci, que intenta ayudarle, se hace más fuerte. Han decide tomar medidas serias debido a la obsesión de Gülben por Esat. Gülben se ve atrapada dentro de las nuevas reglas en casa. Busca la manera de salir de la prisión que le han creado. Esto no será fácil mientras todos los ojos estén puestos en ella. İnci acude a su rescate en el último momento y Gülben encuentra la forma de salir. Sin embargo, no es consciente de lo que le costará su plan.