Denisse lucha contra una adicción que tiene a su matrimonio al borde del colapso: Los Pelados. Su deseo irrefrenable por los hombres calvos la vuelve una infiel en potencia y ella, que ama a su marido, no quiere volver a pisar el palito. Desesperada, la mujer decide arrancar de la ciudad y se instala en un pueblito costero alejado del mundanal ruido junto a su marido. Lo que Dennise no sabe es que sus nuevos vecinos son una pareja de pelados guapos y solteros dispuestos a todo con tal de caerle en gracia.