Buffy, Xander y Dawn salen de unos ataúdes situados en un tanatorio después de que el personal del servicio funerario se marche a casa. El cuerpo de una mujer fallecida llama su atención. Los chicos sospechan que la señora puede ser un vampiro porque su muerte se produjo en extrañas circunstancias. Buffy comienza su trabajo como tutora escolar y allí se topará con una alumna que está convencida de su propia muerte, antes del fin de semana.