Miguel planea un nuevo intento de fuga con ayuda de Zoraida pero, por una traición, los cautivos son sorprendidos en la huida por los soldados del rey Hassan, que condena a Cervantes a un lóbrego calabozo. A punto de partir la galera que lleva a Cervantes preso hacia Constantinopla, el mercedario fray Juan Gil llega con el dinero de su rescate.
Cervantes vuelve a España, donde reanuda su vida entre familiares y amigos. Visita a Mateo Vázquez, secretario del rey, que le encarga una misteriosa misión en el norte de África. Transcurre el año 1616, el licenciado prosigue sus investigaciones sobre la vida y obra de Cervantes con ayuda en esta ocasión de un amigo de éste, Vicente Espinel, quien le introduce en casa del duque de Lerma.