Han pasado trece años y llega una nueva empleada, Kishibe. Con experiencia en revistas de moda, se pregunta por qué la han trasladado allí. El equipo le organiza una fiesta de bienvenida. Majime le dice que cree que ella es alguien que aprecia las palabras. Pero Kishibe sale corriendo del restaurante diciendo que no está hecha para ese trabajo. Nishioka la sigue y le asegura lo contrario. Al día siguiente, Kishibe aparece lista para trabajar.