Ana está aturdida tras la noticia de que Alberto está vivo. Mateo lo ha encontrado en Nueva York y los dos están viajando de vuelta. Ante semejante revelación, Ana sólo puede tomar una decisión: cancelar su boda con Carlos. Le duele en el alma dar una noticia así a su prometido, pero debe ser sincera con lo que siente. Se desahoga con sus amigas y con su tío, carcomida por las dudas: ¿Dónde ha estado Alberto todo este tiempo?, ¿por qué no ha contactado con ella? Y, sobre todo: ¿habrán cambiado sus sentimientos hacia ella? Mientras, Alberto y Mateo viajan juntos de vuelta a España. Es el momento idóneo para que los dos amigos se pongan al día. Mateo le cuenta que se separó de Clara. Alberto, por su parte, cuenta como pasó un año recorriendo la ruta de la seda y acabó asentándose en Nueva York… pero la pregunta clave es porqué Alberto jamás contactó con ellos. Alberto asegura que les escribió siempre, tanto a Mateo como a Ana.