Los chicos están molestos por las imposiciones y los castigos de sus padres y deciden hacer algo. Acuerdan hacer una huelga y mantener silencio ante todo lo que les digan sus padres. Pero con ese método los castigos se repiten. Cambian varias veces la táctica sin obtener resultados hasta que surge la idea de hablar al revés. Después de un incidente en la playa y de acabar todos en la comisaría, los padres se arreglan con sus hijos.