Joan Girardi es una adolescente cuyas difíciles relaciones sentimentales familiares y sociales se complican cuando comienza a comunicarse con Dios. La primera reacción de Joan es, lógicamente, cuestionarse si está en su sano juicio. Con el tiempo, no obstante, asumirá su situación y comenzará a seguir los consejos que le son transmitidos. En un principio mantiene en secreto los contactos, pero termina por confesarle su situación a su novio, Adam. La relación de Joan con Dios está marcada, lógicamente, por su edad, lo que le lleva a tratarle como si fuera una de sus amigas, con discusiones incluidas, respuestas fuera de lugar, malos y buenos ratos.