Después de que Gribbs sea disparada, Brass es enviado de nuevo a homicidios. Grissom se convierte en el jefe de la unidad y decide acudir a una colega de San Francisco, Sara Siedel, para ayudarle a investigar el caso, lo que hace enfadar a Catherine, que se cree capaz de resolverlo ella misma. Warrick sigue suspendido. Grissom y Nick se encargan del caso de un hombre que se suicida después de ganar una gran suma de dinero en un casino