Durante dos semanas España y el mundo del fútbol se paralizan para ver cuatro combates seguidos entre el Barça de Pep Guardiola y el Madrid de José Mourinho.
Jugadores que un año antes habían sido campeones del Mundo, amigos y casi hermanos, ahora no se soportan. Comienza en ese momento una de las rivalidades sobre las que mas se ha escrito en la historia del deporte.
Casillas y Mourinho; Mourinho y Casillas. Uno de los chicos preferidos del Bernabéu deja de serlo. Aparecen las dudas y los silbidos. Por primera vez en su vida, Iker es perseguido en su propio estadio así que la idea de terminar su carrera en el Madrid ya no parece tan clara.
Después de los éxitos de la Selección Española el Mundial del Brasil y la Eurocopa de Francia suponen el fin de un ciclo. Iker abandona Madrid rumbo a Oporto. Allí jugará, sin saberlo, el último partido de su vida. Ocurrió en un modesto estadio a 30 kilómetros de Oporto. En aquél momento faltaban cuatro días para el 1 de mayo.