La reclusión nocturna es un beneficio que se da a los reos que demuestran un buen comportamiento. En el caso de Gustavito, un estafador bien encantador, eso esta por verse. Para buena o mala suerte del reo, al llegar a casa de su madre conoce a Peky, una madura mujer en problemas y dueña de una billetera generosa. Gustavito inmediatamente ve una oportunidad de oro, oportunidad que pretende aprovechar mediante una que otra mentirilla y cambio simulado de preferencias sexuales.