Charles en 1981. Victor en 1999. Diego en 2013. Tres eras. Tres generaciones de hombres de la misma familia, sacudidos por avances sociales esenciales. Tres hombres erigidos al rango de símbolo de su tiempo, a quienes cada episodio da a su vez la palabra. Tres historias para decir que no siempre ha sido fácil estar orgulloso. El orgullo es una cronología de la tolerancia aplicada al campo familiar, una historia de la cual el amor de los padres por sus hijos sigue siendo el hilo conductor de un año a otro.