Al llegar a la entrada de la Nueva Jerusalén, Hank, Beck, Arron y los pastores saben que es el momento de encontrar a Rachel y desmontar el plan de “madre”/Lynch antes de que sea demasiado tarde. Pero cuando el equipo consigue desbloquear las puertas, lo que encuentran es inimaginable. Con su fe convulsionada y el tiempo agotándose, Hank y el equipo tratan de acabar con Lynch porque si no lo hacen la vida, como la conocemos, termina en un instante. Con todo ese peso sobre sus hombros, le toca a Hank Galliston salvar al mundo.