La armada británica está enfrascada en una encarnizada lucha con las fuerzas alemanas por el control de las rutas de suministro del Mediterráneo durante el año 1942. Todo el oeste de Europa está en manos nazis y Rommel avanza imparable a través de la costa norte de África para adueñarse del control absoluto de todo el mar. La única esperanza para los aliados pasa por la isla de Malta. El Comandante Tom Jeffords es enviado al lugar para romper el bloqueo y así abrir las comunicaciones. El éxito pasa por el uso generalizado de unos botes rápidos armados con torpedos conocidos por Hell Boats (Barcos del infierno).