Theo Van Horn (Orson Welles) es un magnate excéntrico que vive en un castillo con su joven esposa, a quién él ha cuidado desde que la adoptó en un orfanato. Además adopta un hijo (Anthony Perkins), que se convierte en un extraño escultor. Dentro de este ámbito se desarrollará una sórdida historia de secretos, incesto y chantajes.