Un traficante de drogas se enfrente a una pena mínima de cadena perpetua tras matar a un competidor, siendo visto por dos testigos desconocidos que pueden testificar en su contra. Para evitar ser condenado, contrata a un asesino a sueldo con el encargo de eliminar a todos los habitantes del pueblecito costero donde ocurrieron los hechos, para ello el asesino tiene 28 minutos y 36 segundos, tiempo que necesita la policia para llegar al lugar de los hechos. El reloj se ha puesto en marcha... y las posibles victimas también.