Las lluvias torrenciales provocan la crecida de un río, cuyas aguas inundan un pueblo. La corriente arrastra a los hermanos Crebinsky y a su vaca, que reaparecen milagrosamente vivos en un lugar de la costa. Instalados allí, al pie de un faro, sobreviven recogiendo lo que trae el mar. Aislados de los conflictos bélicos, los hermanos crean su propio mundo: un universo particular hecho de realismo y fantasía.