A raíz de una colisión con una bandada de flamencos rosas, un avión cae a la selva, y Tarzán, que ha acudido rápidamente al lugar, consigue rescatar a todos sus tripulantes. Poco después, el grupo es atacado por los nativos de Opar, unos salvajes sanguinarios, que arrojan a Tarzán al río y raptan a una de las mujeres de la expedición con intención de sacrificarla a sus dioses.