A Ismael no le va nada bien últimamente. Es un guionista en horas bajas, ha engordado más de veinte kilos, su novia Silvia le ha dejado, y sus cuentas están a cero. Sólo le faltaba ser testigo de un violento atraco y verse presionado por la policía para identificar a Willy, un peligroso delincuente que a su vez le intimida para que no lo haga. En esa áspera encrucijada sentimental, laboral, creativa y vital, Ismael conoce a Débora, una joven prostituta cuya natural dulzura supone para Ismael lo más parecido a una redención. Cuando todo parece empezar a ir bien se produce un giro inesperado...