En Julio, Lena y Odette planean abandonar Lyon para ir a pasar las vacaciones del 58 a la costa Atlántica, a Baule-les Pins, dónde han alquilado una casa cerca de la playa. Lena está sufriendo graves problemas matrimoniales, y mientras intenta arreglarse con su marido, sus hijas Frédérique y Sophie llegarán antes, acompañadas de su tía Odette, quien no tiene demasiada mano con los niños y no se siente cómodas con ellas.
Durante su estancia en la bella villa costera muchas cosas cambiarán en la vida de las dos niñas sin que ellas puedan hacer nada para evitarlo.