Clara no logra aceptar la reciente muerte de su padre: tiene que haber algo más. Así, revolviendo papeles encuentra señales que la llevan a un lago remoto en Tajikistán donde cree que su padre tenía otra vida. Pero una vez allá, ¿de qué sirve develar el secreto profundo de quien uno ama? ¿Qué sentido tiene revelarlo? ¿Acaso empeñarse a descubrirlo no responde solo a sus propias mezquindades? Sin darse cuenta, construyendo su propio secreto, Clara comprenderá que existe en todos un lugar bien hondo, sólo para uno mismo.