Confinado en una prisión de la costa de Maine, Ferdinand Waldo Demara Jr. (Tony Curtis) logra escapar y cambia de identidad para evitar que lo capturen. Ahora es un profesor interino de la Universidad de Harvard destinado al cuerpo de marines, pero las autoridades lo localizan gracias a la documentación que el joven se dejó olvidada durante su huida. Decidido a burlar el acoso policial, se hace pasar por un monje trapense, pero, en un descuido, sus perseguidores le dan alcance y descubren su verdadera identidad. A pesar de ser nuevamente encarcelado, el joven no se desanima. Se gana la confianza de un guardián, a quien consigue suplantar, y vuelve a huir de la cárcel. Plenamente integrado en la vida civil, concibe la idea de adoptar otra personalidad: la de un capitán médico de la Marina.