Harry Walter es un escritor frustrado, un pésimo trabajador y encima le es infiel a su mujer. Un día decide refugiarse en un pequeño estudio para alejarse de las distracciones y pasar los próximos meses escribiendo su gran novela. Pero poco después de mudarse descubre que no es el único inquilino. Allí se encuentra con un simio desvergonzado que acabará haciéndole de musa y ayudándole a encontrar su propio estilo literario.