Filmado en Argentina, los Estados Unidos, y Europa, este documental es una voz para los que sufren del Mal de Chagas, y para los que buscan una cura para esta enfermedad que afecta a 20 millones de personas en todo el mundo, pero es prácticamente desconocida para el público internacional. Filmar este documental presentó un desafío especial: el Chagas tiene pocos síntomas externos. La enfermedad destruye lentamente los órganos internos de los pacientes, y puede no matarlos por 10 o 20 años. A veces llamado “el SIDA de los pobres”, desde su descubrimiento en 1909 se ha pronosticado que el Chagas desaparecería con la mejora de las condiciones socio-económicas de América Latina. Pero esto no ha sucedido, y la enfermedad sigue existiendo, ayudada por la ignorancia del público, la indiferencia de los gobiernos, y el hecho de que los enfermos son gente humilde y sin acceso a los medios de comunicación.