Francia, siglo XVII. El único superviviente de la familia Sigognac deja el castillo de sus antepasados para seguir a unos actores itinerantes que, entre duelos, emboscadas y amoríos, se dirigen a París para ver al rey. Atraído por la singular belleza de la experta Serafina y la ingeniosa Isabella, el joven barón sufre, pero, al mismo tiempo, descubre la grandeza de su nueva profesión.