Suzanne (Kristin Scott Thomas), que ya ha cumplido los cuarenta, está casada con un médico, tiene dos hijos adolescentes y vive cómodamente en el sur de Francia. Cansada de vivir sin trabajar, decide volver a ejercer como fisioterapeuta y abre una consulta. Durante las obras, conoce a Iván (Sergi López), el encargado, un obrero español que hasta entonces había vivido de apaños e incluso había estado en la cárcel. Inmediatamente, se sienten violentamente atraídos el uno por el otro, tanto que Suzanne decide abandonarlo todo e irse con él. Ella descubre el deseo y el placer sexual que creía haber olvidado gracias a este hombre que la mira, la escucha y la desea.