La guerra ha cambiado. Una revolución tecnológica está transformando las fuerzas armadas de todas las naciones del planeta. Los vehículos aéreos no tripulados, o UAV (por sus siglas en inglés), han llegado, y con ellos una nueva forma de entender la guerra. En 2003, los Estados Unidos utilizaron unos pocos. Hoy tienen un arsenal de 7.000 drones y otros 40 países están creando aparatos cada vez más letales y baratos. Antes, soldados y pilotos ponían sus vidas en riesgo, pero hoy un piloto UAV puede llevar a cabo una operación en Afganistán de manera remota desde una base en su propio país. Esta nueva habilidad puede salvar cientos o miles de vidas militares, pero también convierten la opción militar en una alternativa cada vez más tentadora, barata y sin riesgos. Y la posibilidad de que un grupo terrorista utilice esta tecnología es una amenaza cada vez más real.