Desde una base secreta ubicada en una prisión portorriqueña se envían órdenes por radio a Nueva York para comenzar la ‘Operación Oro Negro’. En Nueva York, un hombre se introduce en la sala de la directiva de una importante empresa, dirigida por Vanessa del Valle. El intruso dice que representa a una organización terrorista dirigida por Acuario y que sabotearán las instalaciones petrolíferas a menos que la empresa les pague una enorme suma de dinero.