Trata sobre unos de los últimos asesinatos del régimen franquista, al pasar por el garrote vil el 17 de agosto de 1963 a los jóvenes anarquistas Francisco Granados y Joaquín Delgado, acusados de la colocación de dos bombas: una en la Dirección General de la Policía de la dictadura y otra en la sede central del Sindicato franquista, fueron juzgados y ejecutados en solamente en una semana. En el documental se resconstruyen los hechos con entrevistas a familiares y compañeros de los ejecutados.