Tin Tan va a robar una casa en Polanco. Entra al lugar y en una recámara encuentra a un niño que llora cada vez que intenta salirse del cuarto. Para calmarlo, le empieza a contar varias historias: una que tiene que ver con el pirata que se roba a la china poblana y navega por... ¡Xochimilco!; otra que sucede en un escenario con número musical oriental.