La obra seminal de Viola, The Reflecting Pool, se realizó hace tres décadas en cinta de vídeo analógica y, sin embargo, podría pasar fácilmente por una pieza digital contemporánea; en ella, Viola emerge como protagonista central de un espeso bosque a un claro lleno de una piscina artificial. Mientras el ruido de un avión pasa lentamente y se desvanece sobre su cabeza, Viola se acerca al borde de la piscina, donde se quita los zapatos, se pone en cuclillas gritando y se prepara para dar un potente salto.