Casi todos hemos escuchado alguna vez una buena historia acariciados por el calor de la chimenea. Pero muy pocos hemos escuchado un relato tan grotesco y delirante como el que Fonsiño escuchó una fría noche de invierno de boca de su abuelo. Una historia real llena de violencia y locura, poblada por doctores chiflados, garrulos salvajes, androides teledirigidos, cerdos mecánicos y deidades de peluche. Una historia donde lo verídico acabará fundiéndose con las invenciones y distorsiones propias de un narrador senil, creando un conjunto totalmente inverosímil.