Después de la muerte de su mamá, Luca tiene problemas con su padre por su nueva relación, que no acepta. A la vez el padre dedica demasiado tiempo a su trabajo, lo que produce un distanciamiento. Para recuperar el afecto de su hijo, el hombre decide llevarlo a esquiar. Pasan momentos felices hasta que, como consecuencia de una caída, se le diagnostica a Luca una leucemia. De vuelta en casa, el chico va empeorando hasta morir en brazos del padre.