Luis y Anita se conocen casualmente, y en nada de tiempo su relación crece con la misma naturalidad del dulce de leche casero que comparten directamente de los delicados dedos de ella. El de ellos es un mundo propio casi perfecto, y un romance a prueba de todo, capaz de romper amistades e inspirar las traiciones más bajas; y el melodrama anunciado no se hace esperar.