Son unas asesinas sorprendentes, y han aprendido de un maestro. Utilizan la fuerza del mar como una especie de monopatín líquido, y observan, escuchan y calculan sus probabilidades de éxito. Es entonces cuando estos tsunamis en blanco y negro de cinco toneladas de peso surgen desde las profundidades para hacerse con las pre sas que están en la playa, antes de volver a deslizarse sigilosamente en el agua. Son el único grupo de orcas del mundo que ha perfeccionado esta técnica. Ahora están llevando su estrategia de caza hasta un nivel nunca visto hasta ahora. Durante años, las orcas de la Península Valdés han varado a propósito para cazar crías de león marino. Ahora, las hembras del grupo están yendo a por los elefantes marinos, tres veces más grandes