Joe Banks es un hombre un tanto maniático que odia su trabajo: odia las luces fluorescentes porque cree que le enferman, y tiembla ante la presencia de su jefe Frank Watori; además, se siente atraído por su secretaria, pero no se atreve a hablar con ella. Inesperadamente, su vida cambia cuando, tras visitar al doctor Ellison, se entera de que tiene un tumor cerebral y de que, aunque se sienta bien, morirá en un plazo de cinco meses. Contra todo pronóstico, Joe experimentará un fuerte sentimiento de liberación y de pasión por la vida.