En un pueblo de la serranía de Urbión, los hermanos Juan y Martín, movidos por la codicia e instigados por Candelas, la mujer de Martín, asesinan a su padre y hunden el cuerpo en la Laguna Negra. Su esposa y la otra nuera de la víctima no saben nada. En el pueblo lo dan por desaparecido. Sin embargo, a partir de ahora pesará una maldición sobre esas tierras por las que han cometido el crimen, augurando cada año desgracias y malas cosechas.