El dictador sudamericano Santos Banderas es un hombre solitario y amargado, que vive rodeado de intrigantes y aduladores. Las fuerzas rebeldes están cada vez mejor organizadas, y el hecho de que Santos haya tomado represalias contra el hijo de un pobre indígena hace estallar las iras del pueblo, que convierte en un símbolo los restos del chico.