Julia tiene un bar en un barrio de Madrid al que se acercan diariamente toda clase de personajes marginales. La miseria, el paro, el alcohol, el desamor es su carta de presentación. Pero un día deciden apostar todos juntos por un futuro mejor: harán una quiniela siguiendo las instrucciones de Juan, una especie de vidente que siempre acierta, aunque nunca ha apostado. Cuando llega el domingo, todos esperan emocionados la hora de conocer los resultados.