Después de trasladarse a una gran mansión en Long Island, Nueva York, una familia empieza a experimentar hechos sobrenaturales. Espíritus malignos están intentando controlar la casa y deshacerse de sus habitantes. Un espíritu posee al hijo de la familia, que lo fuerza a cometer asesinatos. Sólo un cura que ejerce exorcismos puede liberarlo del demonio que lo consume, pero no antes de dar algo a cambio.