Lee Shaffer, casada y madre de una niña, es acusada por ocultación fraudulenta y conflicto de intereses, por lo que es condenada a diez años de prisión. Sobrevivir en la cárcel será duro, tanto por parte de las compañeras, la mayoría procedentes del mundo de las drogas y la prostitución, como de los guardianes de la prisión, quienes aprovecharan su situación para abusar de las mujeres.