Brioso corto documental sobre el amanecer neoyorquino, visto desde un tren. Con un dinámico montaje, y a ritmo de jazz, se ofrece un asombroso y colorido puzzle de imágenes; cuadros maravillosos, de subyugante belleza, que recuerdan a las imágenes azarosas que se forman caprichosamente en un caleidoscopio.