Despúes de un concierto desastroso, Gloria, la guitarrista, y Paula, la batería, y Mikel, cantante, se encuentran encerrados en el camerino debido a los fans furiosos esperandolos fuera. Debido al enfado y a que la situación ha llegado a un punto límite, la discusión entre los componentes del grupo se vuelve cada vez más seria y personal. Gloria, en un acto de desesperación, pone en manifiesto su inconformidad con la dirección que ha tomado el grupo.