El saxofonista Danny es testigo del asesinato de su gerente y una muchacha sordomuda. Es interrogado por la policía, pero él sólo recuerda los zapatos ortopédicos del líder de los asesinos. Entonces comienzará su búsqueda para vengarla. “Danny Boy”, titulado de origen “Ángel”, fue su primer largometraje en su Irlanda natal, y plantea una turbia historia que entremezcla con sabiduría los elementos característicos de los policíacos y las particularidades de la República de Irlanda, el Ulster y el grupo terrorista IRA. Con todos esos elementos, Jordan esbozó un retrato duro, violento y a la vez lírico de la realidad irlandesa, una realidad enmarcada en la locura cotidiana de una guerra civil no declarada, no terminada, en una atmósfera espectral apreciablemente conseguida.