Hatanaka Kosaku es un joven boxeador que tiene un gran defecto, no puede dejar de comer. Esa debilidad lo coloca en categorías de peso más pesado que lo ponen contra boxeadores más fuertes y, lo que es peor, es propenso a vomitar cuando recibe un golpe en el cuerpo, lo que aleja a los oponentes potenciales. Su entrenador está al borde de su ingenio mientras lucha por conseguir que este idiota muestre algo de disciplina en su entrenamiento. El asunto se complica cuando una joven monja alimenta al niño "hambriento" después de encontrarlo desmayado en las calles durante su ayuno forzado. Ella se entera de su error y trata de ayudarlo a prepararse para una pelea, pero su debilidad por la comida y la extraña relación que comparten no facilitan las cosas.