Mario (Pereira) es un abogado con una brillante trayectoria que comienza a trabajar para un reconocido y prestigioso bufete. Allí se reencuentra con su amigo de la infancia, Jaime (Fernández), a quien no veía desde hace más de 20 años. El ambiente de la oficina, extremadamente competitivo y conservador, no es el mejor lugar para que afloren sus recuerdos de niños ni otras cuestiones que afectan a su vida personal.