El documental examina la agitación política actual del norte de África y la responsabilidad de las potencias occidentales, especialmente Estados Unidos y Francia, por medio del ejercicio en sus estrategias políticas internacionales de la Realpolitik, la política exterior basada en intereses prácticos y económicos en lugar de en principios éticos o teóricos. Estas políticas han generado una gran inestabilidad que finalmente ha ocasionado gran violencia y caos. El filme se centra en la situación del Sahara Occidental, la última colonia africana según Naciones Unidas, una región al borde de la guerra.