Como cada año, el feliz matrimonio formado por Luis e Isabel se levanta dispuesto a celebrar el santo de ella y el de su hijita, sin sospechar que el día les reserva un trágico giro en el destino de sus vidas, pues en un fatídico accidente la niña pierde la vida. La impresión es tan fuerte que hace enloquecer a Isabel hasta el punto de ser recluida en un sanatorio. Y para el bien de ella, el doctor prohíbe a Luis que vea a su esposa, llegándole sólo noticias suyas a través de Emilia, la joven enfermera que la cuida.