En 1981, el japonés Issei Sagawa, un estudiante de intercambio en la exclusiva universidad de la Sorbona en París, confesó haber asesinado a una compañera y haber cometido canibalismo con ella. Cuando la policía llegó a su apartamento, encontraron una gran cantidad de carne humana almacenada, parte cruda y parte cocinada, así como otros recuerdos de su crimen incluyendo una cinta en la que había grabado fotografías obscenas de todo lo que había hecho al cadáver de su víctima. El crimen saltó a los periódicos de todo el mundo y, a pesar de que nadie dudaba de su culpabilidad, el caníbal logró esquivar a la justicia y ha vivido libre en Japón durante más de dos décadas. Sobrecogedora historia de un hombre que se convirtió en una auténtica celebridad en Japón y llegó incluso a recrear su crimen en una película pornográfica y a servir de imagen para un restaurante de carne..