Peralejos, un tranquilo pueblo del Alto Aragón, es un lugar donde nunca pasa nada Un día regresa al pueblo para pasar las vacaciones Angelino, un emigrante que conduce un magnífico Mercedes y cuenta maravillas sobre Alemania y sus mujeres. Pepe, fascinado por las historias de su amigo, decide emigrar también, pero su sueño empieza a las cinco de la mañana, limpiando cristales, y concluye a las doce de la noche pegando carteles.